A lo largo de la evolución, las especies han desarrollado numerosas estrategias de supervivencia. Las más llamativas son las estrategias reproductivas, ya que facilitan y aceleran el avance de la especie mediante la descendencia. Uno de los más impactantes es el fenómeno de diapausa embrionaria, que tiene lugar en muchos insectos y en algunos mamíferos como los marsupiales.
Árbol filogenético marsupiales |
El canguro rojo (Macropus Rufus), es el mayor de los canguros y el mayor de los marsupiales aún en existencia. Los canguros rojos ocupan el centro árido y semi-árido de Australia. Un macho adulto puede medir 1,5 m de altura y pesar 85 kg. Los canguros poseen grandes y poderosas patas traseras, grandes pies diseñados para saltar, una cola larga y musculosa para mantener el equilibrio y una cabeza pequeña. Los canguros son herbívoros, alimentándose de pasto y raíces.
Su reproducción es sexual y varía mucho con las especies. El canguro rojo es un reproductor oportunista, ya que se aparea y reproduce cuando las condiciones estacionales son favorables para la cría de la prole.
El parto es rápido, y en cuanto queda libre la cría comienza a avanzar hacia la mama, y una vez dentro del marsupio se agarra a la mama.
El apareamiento tiene lugar después del parto; en estos casos se suele producir un blastocito en reposo, que se desarrolla más tarde, cuando la cría del parto anterior abandone el marsupio. Este fenómeno se conoce como diapausa embrionaria, que se usa a menudo para sobrevivir condiciones ambientales desfavorables y predecibles, tales como temperaturas extremas, sequía o carencia de alimento, muy comunes en Australia. Es un estado de baja actividad metabólica, aunque ha sido investigado mucho mejor en insectos.
Las crías nacen entre los 28 y 36 días tras el apareamiento, estando aún muy poco desarrolladas, sin pelo y con los ojos y oídos aún embrionarios y sin función.
Los canguros son los únicos animales grandes que se desplazan dando saltos. Los saltos son un modo de locomoción rápido y económico, pues a altas velocidades consumen una fracción de la energía que consumirían desplazándose de otra manera.
La velocidad de desplazamiento confortable del canguro rojo es de 20–25 km/h, pero puede alcanzar velocidades de hasta 70 km/h en distancias cortas, y puede mantener una velocidad de unos 40 km/h por casi dos km.